Antigua Roma
Antigua
Roma designa al Estado surgido de la expansión de la ciudad de Roma, que en su época de apogeo, llegó a abarcar
desde Gran Bretaña al desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al Éufrates.
En un principio, tras su fundación (según la tradición en 753 a. C.)
Roma fue unamonarquía etrusca.
Más tarde (509 a. C.)
fue una república latina, y en 27 a. C. se convirtió en un imperio.
Al período de mayor esplendor se le conoce como pax romana,
debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban
bajo el dominio romano, un período de orden y prosperidad que conoció el
Imperio bajo la dinastía de los Antoninos (96-192) y, en menor medida, bajo la de
los Severos (193-235). Constituye un elemento
crucial del desarrollo de Occidente,
y más tarde también de Oriente.
La
fundación según la leyenda
Según la tradición
romana, Rómulo (c. 771 a. C.1 – c. 717 a. C.) y su hermano gemelo Remo (c. 771 a. C. – c. 753 a. C.) fueron los fundadores de Roma y del Senado romano. La historiografía actual considera falsa esta tradición, fijando el
origen de la ciudad a finales del siglo VII a. C.2
Primera parte
Numitor era el rey de una ciudad de Lacio llamada Alba Longa. Fue destronado por su hermano Amulio, quien lo expulsó de la ciudad, y procedió a matar a
todos sus hijos varones excepto a su única hija Rea Silvia. Como no quería que Rea Silvia tuviera hijos la obligó a dedicarse al
culto de Vesta asegurándose de esta forma de que iba a permanecer
virgen.
Rea
Silvia se encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte se quedó prendado de ella, la poseyó y la dejó
embarazada. Como consecuencia tuvo dos gemelos que llamó Rómulo y Remo. Antes
de que el rey Amulio se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una cesta en
el río Tíber para que no sufrieran el mismo camino que sus tíos. La
cesta embarrancó, y los pequeños fueron amamantados por una loba, Luperca,
y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer, Aca Larentia. Se decía que habían sido educados en Gabio, localidad del Lacio; más
tarde se dedicaron al bandolerismo.
Segunda parte
Cuando
crecieron, descubrieron su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron
a Amulio y repusieron a su abuelo Numitor en el trono. Éste les entregó
territorios al noroeste del Lacio. En el 753 a. C. los dos hermanos
decidieron fundar una ciudad en ese territorio en una llanura del río Tíber,
según el rito etrusco, en el preciso lugar en donde embarrancó la cesta.
Delimitaron el recinto de la ciudad (pomoerium) con un arado que sería la supuesta Roma quadrata del Palatino.
Rómulo juró matar a todo aquel que traspasara los límites sin permiso.
Discutiendo
sobre el nombre de la ciudad decidieron que lo elegiría aquel que avistase más
pájaros, prueba que superó Rómulo y otorgó a la ciudad el nombre de Roma (muy
similar a su nombre y en parte basado en la heroína Roma).
Remo, enojado, discutió con Rómulo y borró el surco de los límites de la futura
ciudad. Cumpliendo el juramento, Rómulo lo mató.
La
ciudad fue levantada en el pomoerium palatino, y Rómulo quedó como único soberano. Creó el senado,
compuesto por cien miembros (patres)
cuyos descendientes fueron llamados patricios y dividió la población en 30 curias. Para poblar la
ciudad, Rómulo aceptó todo tipo de gente (asylum): refugiados, libertos, esclavos, prófugos, etc.
República romana
La
República romana fue establecida el año 509 a. C., según los últimos escritos de Tito Livio, cuando el rey fue desterrado, y un sistema de cónsules fue colocado en su lugar. Los cónsules, al principio
patricios pero más tarde plebeyos también, eran oficiales electos que ejercían la autoridad ejecutiva, pero tuvieron que luchar contra el senado romano, que creció en tamaño y poder con el establecimiento de la República.
En este periodo se fraguarían sus instituciones más características: el senado,
las diversas magistraturas, y el ejército.
Una nueva Constitución estableció un conjunto de instituciones de control así
como una clara separación de los poderes.
El ejército
Instrucción
y entrenamiento
Durante
cuatro meses los nuevos reclutas eran sometidos a un entrenamiento implacable. Al concluir este período los supervivientes
ya podían llamarse soldados -milites-. Los que no podían resistir el entrenamiento
eran rechazados.
Primero
se les enseñaba a desfilar marcando el paso. Luego se les llevaba de marcha,
forzándolos al máximo hasta que fueran capaces de recorrer 20 millas romanas
-30 km- en cinco horas. Después tendrían que recorrer la misma distancia
cargados con todo su equipo, que incluía armas y armaduras, utensilios de cocina, estacas para la empalizada,
instrumentos para cavar y provisiones para varios días, pues al final de cada
marcha tenían que levantar un campamento con terraplenes y fosos de defensa
El
entrenamiento continuaba hasta que eran capaces de recorrer 24 millas
-36 km- en cinco horas. En un principio los legionarios utilizaron bestias de carga y carros para transportar
el equipo. Pero el célebre general Cayo Mario impulsor de grandes reformas en el ejército,
les obligó a transportar personalmente casi toda la impedimenta necesaria para
reducir el tamaño de las caravanas de intendencia (los llamaban "las mulas
de Mario"). El equipo completo debía pesar por lo menos 30 kg, y
las armas y armaduras más de 20.
Clases
sociales
La sociedad romana, como muchas otras sociedades antiguas, se
basaba en la desigualdad, y, como en toda sociedad desigual, la tensión entre
las clases y su dialéctica es el motor de su historia y su principal característica.
Las
clases que se distinguieron fueron cinco: patricios, plebeyos, esclavos,
clientes y libertos. La tensión entre patricios y plebeyos y las rebeliones de
los esclavos fueron las más importantes noticias políticas; las tres primeras
fueron las clases con mayor actividad política; las otras dos, menos.
Esta
organización social no fue estática durante toda la historia de la antigua
Roma. Hubo tensiones, cambios, evolución.
Cultura
Esta
fue el resultado de un importante intercambio entre civilizaciones diferentes: la
cultura griega y las culturas desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto,
sobre todo) contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los vehículos que más contribuyó
a la universalización de la cultura romana, que pronto fue la de todo el
imperio, fue el uso del latín como lengua común de todos los pueblos sometidos a
Roma. En los dos siglos que siguieron a la guerra de Augusto,
el imperio alcanzó su mayor extensión y realizó una intensa labor civilizadora.
La cultura romana ya no quedó limitada a Roma e Italia, sino que se extendió
hasta las más lejanas provincias fronterizas.
Se
destacaron en la tecnología, los edictos del los pretores, las disposiciones
del senado, de la asamblea popular y de los emperadores y las opiniones de los
jurisconsultos romanos. Los principios fundamentales se han incorporado a la
legislación de todos los pueblos civilizados por Roma.
ARTE
¿Sabías que la cúpula
del panteón de Agripa, en Roma, con sus 43 metros de diámetro, es una de las
más grandes del mundo? Esta cúpula y las numerosas obras de ingeniería que aún
se conservan, como el acueducto de Segovia, son una muestra de la grandeza que
alcanzó el Imperio romano.
Desde su mítica fecha
de fundación, en el 753 a.C., hasta su división en dos, en el siglo III d.C.,
el arte romano se difundió a lo largo del imperio más grande que jamás haya
existido.
LO
PRÁCTICO Y LA ARQUITECTURA
La cultura romana está
muy influida por la cultura griega, aunque los romanos aportaron muchos
elementos nuevos. La arquitectura, por ejemplo, lleva hasta los límites el sentido práctico de los romanos. Esto
podemos comprobarlo a través de las numerosísimas obras públicas de ingeniería
que nos han legado: acueductos,
puentes, calzadas, arcos... ¡incluso pantanos artificiales! Además, las
ciudades se planificaban siguiendo trazados ortogonales, como cuadrículas
formadas por líneas horizontales y verticales. Hoy día, la parte moderna de las
ciudades sigue este tipo de trazados.
El edificio religioso
más importante es el templo. El
templo romano se eleva sobre una plataforma o podio, con un único acceso desde
el frente. Las columnas, excepto las de delante, estaban adosadas al muro. Los
romanos introducen, además, las cúpulas, algunas tan famosas como la del
panteón de Agripa, sobre templos generalmente circulares.
Otro tipo de construcciones
y edificios completaban la ciudad. El foro
era el lugar público de reunión, donde se agrupaban los templos y otras
edificaciones. De entre estos destaca la basílica, que era el lugar donde se administraba justicia, y que
sirve como modelo para los posteriores templos cristianos. La basílica más
importante era la de Majencio, en Roma, con tres gigantescas naves cubiertas
por bóvedas (techos curvos).
También tenían gran importancia
las termas, una especie de baños
públicos con diferentes piscinas de agua caliente, fría y templada. Las más
importantes eran las de Caracalla, en Roma.
A diferencia del teatro griego, el romano no se
construía en la ladera de una montaña, sino que era un edifico exento, separado
del entorno. En los circos se
celebraban carreras y juegos atléticos, y los anfiteatros, de forma elíptica, servían para otros juegos y
luchas. El más famoso de todos es el Coliseo de Roma, que podía albergar ¡hasta
50.000 espectadores! Por desgracia, este y otros muchos edificios romanos
sufrieron el expolio (robo) de piezas y materiales para la construcción de
otros durante el renacimiento y el barroco.
Los romanos crearon, además,
monumentos conmemorativos, para celebrar y recordar sus grandes hazañas, como
conquistas y victorias sobre otros pueblos. El más famoso de estos monumentos
es el arco de triunfo. Podían
tener uno o tres arcos, y estaban decorados con relieves que narraban esas
conquistas. Uno de los más famosos es el arco de Tito, en Roma. También se
levantaban columnas con
relieves; la más conocida es la de Trajano, en Roma.
También la vivienda tuvo un importante
desarrollo en Roma. Las villas
eran grandes conjuntos residenciales para las clases más adineradas. La domus o
casa romana se distribuía en torno a un patio, rodeado, a su vez, por columnas.
También existían edificios de varias plantas, llamados insulae, donde vivían varias familias.
EL
RETRATO Y EL RELIEVE
Los escultores romanos
aplicaban en sus obras un sentido mucho más realista que los artistas griegos. Como resultado, se produjo un
gran desarrollo del retrato: los
rostros reflejan fielmente el aspecto del retratado, de ahí su importancia para
conocer la evolución de la moda y del peinado en la historia de Roma.
El relieve también tuvo una
gran importancia; se utilizaba para decorar arcos, altares, templos y columnas.
Como ya sabes, estos relieves narraban escenas de batallas y conquistas.
LA
PINTURA Y EL MOSAICO
El mundo romano nos ha
legado una importante colección de pinturas; gracias a ello, hoy sabemos que
los retratos fueron muy importantes. Además, a través de los restos de la
ciudad de Pompeya, que fue sepultada bajo la lava del Vesubio cuando el volcán
entró en erupción, conocemos las técnicas y los estilos pictóricos que
utilizaban.
Por lo general se trataba
de pintura mural, es decir,
realizada sobra las paredes, bien imitando el aspecto del mármol o
representando elementos arquitectónicos, como columnas, figuras o paisajes.
Además de la pintura mural,
los romanos también usaron el mosaico para embellecer el interior de los
edificios. Por lo general, se utilizaba para decorar los suelos con escenas
mitológicas, históricas, de caza e incluso con motivos geométricos. La obra
cumbre del mosaico romano es La
batalla de Alejandro con Darío, que se encontró en la casa del Fauno, en
Pompeya.
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